El 19 de marzo de 2024, un día que prometía ser una reconexión con un mundo que alguna vez fue mi objetivo para lograr metas, se convirtió en el inicio de un viaje inesperado. Un viaje en medio del bullicio del WEF. La llamada de mi padre resonó en mi teléfono con su voz cariñosa llamándome "negrita", como siempre lo hacía, a pesar de llevar cinco días hospitalizado tras una caída. Su tono era tranquilizador, lleno de ese optimismo que siempre lo caracterizó.Me contó sobre una operación que le esperaba, pues habían encontrado un tumor muy pequeño en una zona cerebral durante los estudios protocolares. No parecía tener indicios de cáncer, y papá estaba tranquilo, pues en caso de la intervención, sería sencilla y rápida. Afirmaba estar en manos de los mejores neurólogos, y eso garantizaría su recuperación. Así que, pese a mi insistencia de ir a verlo, me dijo: "Tranquila negrita, mejor sigue con el plan, el de viajar en julio". Vaticinaba estar recuperado para disfrutar los 80 años. Me insistió en que no me preocupara. Por un instante, comencé a sollozar, e inmediatamente, de manera enérgica, me puso un alto: "¡NO, ESO NO! Mejor sigamos con los planes". No podía permitir que un percance empañara nuestro esperado encuentro, pero lo que no podía imaginar es que esa llamada marcaría el inicio de un viaje que transformaría mi vida para siempre. Un viaje que me llevaría a reconectar con mi padre, de una manera que nunca antes había experimentado: un viaje de amor, pérdida y trascendencia.


Lo que conocemos del hombre primitivo, una existencia gobernada por instintos básicos y la lucha constante por la supervivencia. Un mundo donde la fuerza, la astucia y la pertenencia al grupo eran las claves para sobrevivir.Pero, ¿qué queda de ese hombre primitivo en nosotros? ¿Hemos realmente trascendido nuestros instintos más básicos? Las guerras, la discriminación, la violencia y la desigualdad que persisten en nuestro mundo sugieren que aún estamos lejos de haber superado nuestra herencia evolutiva.En un mundo hiperconectado, la polarización política y las cámaras de eco en línea nos encierran en tribus virtuales, amplificando nuestras diferencias y fomentando la intolerancia. El consumismo desenfrenado nos empuja a competir por estatus y posesiones, mientras que la crisis climática amenaza nuestra supervivencia como especie.Este libro te invita a un viaje a través de la evolución de la conciencia humana. Exploraremos nuestros orígenes como seres sociales, las fuerzas que moldean nuestro comportamiento y el potencial que tenemos para crear un futuro más compasivo y colaborativo.Te invito a cuestionar los patrones de pensamiento y comportamiento heredados de nuestros ancestros y a descubrir nuevas formas de relacionarnos con nosotros mismos, con los demás y con el planeta. ¿Estamos listos para dejar atrás la mentalidad de la manada y abrazar una conciencia más evolucionada? El futuro de la humanidad depende de nuestra respuesta. 
Alguna vez has sentido que hay algo más en la vida, algo que aún no has descubierto? En La fascinante historia de tus creencias, te invito a un viaje íntimo de exploración personal. Con calidez y compasión, te guiaré a través de las profundidades de tu mente, revelando cómo tus creencias, esas ideas que damos por sentadas, moldean cada aspecto de nuestra realidad. Aprenderás cómo estas creencias, a veces ocultas en lo más profundo de nosotros, pueden tanto limitarnos como empoderarnos. Compartiré mi propio camino de transformación, mostrándote cómo sanar las heridas del pasado y liberarte de las cadenas que te impiden alcanzar tu máximo potencial. Este libro no es solo una lectura, es una invitación a reconectar con tu esencia, a abrazar tu verdadero yo y a reescribir tu historia personal con amor y aceptación. Si anhelas vivir una vida más consciente, conectada y significativa, si sueñas con un futuro lleno de posibilidades, este libro es tu compañero de viaje. Juntos, caminemos hacia una vida más plena y llena de luz. ¡Comienza tu viaje interior hoy mismo! 

NOVIEMBRE 2024